Cuando las ratas topo desnudas se encuentran con otra, el acento de sus chirridos puede revelar si son amigos o enemigos.
Estos roedores sociales son famosos por su apariencia arrugada y sin pelo. Pero pase un rato por una de sus colonias y se dará cuenta de algo más: son un grupo hablador. Sus madrigueras subterráneas resuenan con chirridos, gruñidos, chillidos y chillidos casi constantes.
Ahora, los algoritmos informáticos han descubierto un orden oculto dentro de esta cacofonía, informan los investigadores en la revista Science. Estos chirridos distintivos, que los cachorros aprenden cuando son pequeños, ayudan a los roedores xenófobos, en su mayoría ciegos, a discernir quién pertenece, fortaleciendo los lazos que mantienen la cohesión en estos grupos altamente cooperativos.
«El lenguaje es realmente importante para el comportamiento social extremo, en humanos, delfines, elefantes o aves», dice Thomas Park, biólogo de la Universidad de Illinois en Chicago que no participó en el estudio. Este trabajo muestra que las ratas topo desnudas (Heterocephalus glaber) también pertenecen a esos rangos, dice Park.
Las ratas topo y el método utilizado
Los grupos de ratas topo desnudas parecen más colonias de hormigas o termitas que sociedades de mamíferos. Cada colonia tiene una sola reina reproductora que suprime la reproducción de decenas a cientos de ratas obreras no reproductoras que cavan túneles subterráneos elaborados en busca de tubérculos en África oriental. La comida es escasa y los roedores atacan vigorosamente a los intrusos de otras colonias. Si bien los investigadores han notado durante mucho tiempo el parloteo estridente de la rata, pocos realmente lo estudiaron.
«Las ratas topo desnudas son increíblemente cooperativas e increíblemente vocales, y nadie ha investigado realmente cómo estas dos características se influyen entre sí», dice Alison Barker, neurocientífica del Centro Max Delbrück de Medicina Molecular en Berlín.
Para empezar, ella y sus colegas aprovecharon la potencia informática del aprendizaje automático para analizar más de 30.000 «chirridos suaves», una vocalización común, de siete colonias de laboratorio durante dos años. El análisis reveló que cada colonia tenía un sonido único, que variaba principalmente en frecuencia y cuánto cambia esa frecuencia con un solo chirrido.
Las ratas topo desnudas también perciben estas diferencias, respondiendo a los sonidos de su propia colonia con chirridos frecuentes, pero ignorando en gran medida los dialectos extranjeros, encontraron los investigadores. “Eso nos sorprendió y sugiere que unos chirridos suaves podrían indicar que una rata topo desnuda pertenece a la colonia”, dice Barker. Las ratas topo desnudas no solo responden a las voces que han escuchado antes, ya que las llamadas inventadas artificialmente emparejadas con un dialecto específico también provocan una respuesta.
Un poco de suerte permitió a Barker y sus colegas probar si estos dialectos se aprenden o se codifican genéticamente. La mayoría de las colonias rechazan a los forasteros, pero a veces los cachorros de otros grupos pueden ser adoptados por una colonia. Varias poblaciones de laboratorio produjeron nuevas camadas casi al mismo tiempo, lo que permitió a los investigadores cambiar a tres jóvenes a nuevas colonias. Si el dialecto proviene de la genética, estos forasteros deberían sonar como forasteros. Pero si se aprenden los dialectos, los cachorros trasplantados deberían sonar como sus nuevos hermanos.
Esto último era cierto. Y cuanto más cerca del nacimiento se movía un cachorro, más se adaptaba al dialecto de su nuevo hogar.
«Un tamaño de muestra de tres es pequeño, pero estos son experimentos realmente difíciles de hacer», dice Chris Faulkes, biólogo evolutivo de la Universidad Queen Mary de Londres que no participó en el estudio. Aún así, dice que los resultados sugieren fuertemente que se aprenden dialectos de ratas topo desnudas, similares a los de humanos, cetáceos y algunas aves.
Conclusiones
Si bien el sonido de una colonia es distintivo, no es fijo. En períodos de anarquía, cuando una reina muere y aún no ha sido reemplazada, los dialectos comenzaron a disolverse, volviéndose mucho más variables, encontraron los investigadores. Una vez que surgió una nueva reina, la colonia se unió nuevamente, lo que sugiere que además de suprimir la reproducción, las reinas también controlan de alguna manera la voz de una colonia.
Los dialectos probablemente desempeñan un papel en el mantenimiento de la «exquisita cooperación» de las sociedades de ratas topo desnudas, dice Barker. Pero también reflejan cómo la comunicación vocal es otro medio por el cual las reinas suprimen los intereses individuales de los miembros de la colonia por el bien del grupo.
Fuente sciencenews.org