La temible reputación del críptido ha capturado la imaginación de aventureros, criptozoólogos y entusiastas del folclore por igual.
En lo profundo de los vastos desiertos de Mongolia, hay susurros sobre una bestia ondulante: el temido gusano de la muerte de Mongolia.
La serpiente de arena mítica añade atractivo al vasto y misterioso paisaje desértico, con relatos locales que cuentan su capacidad para matar a las víctimas con descargas eléctricas o veneno corrosivo.
Aunque el gusano de la muerte de Mongolia solo exista en nuestra imaginación, los relatos no son menos intimidantes.
Leyendas del gusano de la muerte
Conocido localmente como Olgoi-Khorkhoi («gusano de intestino grande»), el gusano de la muerte de Mongolia ha sido una parte integral del folclore mongol durante siglos.
Según los relatos transmitidos de generación en generación, se dice que la criatura mítica se asemeja a un gusano grande y grueso que mide entre 60 y 150 centímetros de longitud.
Posee una piel de color rojo brillante o amarillento y saliva corrosiva de color amarillo, un veneno letal conocido por su capacidad para matar instantáneamente a cualquiera que lo toque.
Avistamientos y encuentros
Aunque los escépticos desestiman la existencia de la criatura como un mito puro, ha habido numerosos avistamientos y encuentros reportados a lo largo de los años. Personas locales y turistas han descrito haber presenciado la criatura en el desierto de Gobi, uno de los desiertos más grandes del mundo y una región remota y hostil con temperaturas extremas y condiciones áridas.
Los informes a menudo describen al gusano emergiendo de la arena, atacando rápidamente a sus víctimas antes de excavar bajo tierra y retirarse rápidamente como una boa de arena.
La solicitud del Gobierno
El paleontólogo Roy Chapman Andrews recibió una solicitud única de funcionarios mongoles antes de sus expediciones a principios de la década de 1920 al desierto de Gobi. Él narra la reunión en su libro «En la pista del hombre antiguo».
El primer ministro mongol en ese momento le pidió que capturara un espécimen del allergorhai-horhai (gusano de la muerte) para el gobierno. Aunque Andrews nunca había visto la criatura, había escuchado muchas historias sobre su existencia.
La criatura se describía como un animal sin cabeza, sin patas y en forma de salchicha, con una longitud de aproximadamente 60 centímetros, extremadamente venenoso y capaz de causar la muerte instantánea al contacto.
El paleontólogo prometió capturar al allergorhai-horhai, si se encontraba, utilizando forceps de acero largo y llevando gafas protectoras para contrarrestar sus efectos venenosos. La reunión concluyó de manera amistosa.
Finalmente, como podrías haber imaginado, Andrews no encontró ningún gusano de la muerte en su extensa aventura por el desierto. Pero sí encontró nidos de huevos de dinosaurios y un montón de fósiles interesantes.
Investigaciones criptozoológicas
Los gusanos de la muerte han atraído la atención de criptozoólogos y aventureros cuyas expediciones en el traicionero desierto de Gobi han producido varios hallazgos pero ninguna evidencia concreta. Algunos investigadores sugieren que el veneno del gusano puede tener propiedades únicas que disuelven rápidamente la materia orgánica, no dejando rastro de sus víctimas.
En 2005, un equipo criptozoológico dirigido por el criptozoólogo y autor británico Richard Freeman se aventuró en el desierto de Gobi en busca de la criatura. Aunque no encontraron la esquiva leyenda, documentaron testimonios de lugareños y recopilaron muestras del suelo del desierto. Estos esfuerzos buscaban arrojar luz sobre la posible existencia del gusano.
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Explicaciones y especulaciones
Científicos y escépticos ofrecen explicaciones alternativas para los rumores sobre el gusano de la muerte de Mongolia. Algunos proponen que la criatura puede ser un animal conocido mal identificado, como una especie de lagarto grande que excava o una especie desconocida de lagarto sin patas. Otros sugieren que los relatos sobre la criatura se basan puramente en el folclore, perpetuados por las ricas tradiciones narrativas de la región.
Una teoría propone que podría ser un relicto sobreviviente de tiempos prehistóricos, un fósil viviente que se ha adaptado al duro entorno del desierto durante milenios. Esta hipótesis establece paralelos con otros críptidos que se cree son restos de criaturas antiguas, como el monstruo del Lago Ness o el yeti.
¿Un reptil común?
Los escépticos han afirmado que el gusano de la muerte es en realidad solo uno de los siguientes reptiles:
- Lagarto gusano. Estos reptiles sin extremidades a menudo se confunden con serpientes debido a sus cuerpos alargados. Sin embargo, el lagarto gusano pertenece a un grupo taxonómico diferente llamado anfisbenianos. No son venenosas.
- Serpientes venenosas. Estos reptiles poseen glándulas especializadas capaces de producir veneno, que inyectan en su presa a través de colmillos para inmovilizarla o matarla. Algunos ejemplos incluyen víboras, cobras y serpientes de cascabel.
- Boas de arena. Estas serpientes no venenosas pertenecen a la familia Boidae. La serpiente boa de arena recibe su nombre por su adaptación a entornos arenosos y es conocida por su comportamiento de excavación.
- Lagartijas sin patas. Las lagartijas sin patas son reptiles que se asemejan a serpientes debido a su falta de extremidades, pero no son serpientes verdaderas. Son distintas tanto de las serpientes como de los lagartos gusano debido a sus párpados móviles, forma cilíndrica del cuerpo y el hecho de dar a luz crías vivas. A diferencia de las serpientes, la lagartija sin patas tiene aberturas de oído externas visibles, y a diferencia de los lagartos gusano, posee una lengua bifurcada y escamas en el vientre.
Fuente: science.howstuffworks.com