Desde la perspectiva clínica, la intoxicación por consumo de hongos silvestres se denomina micetismo, y se define a éste como una intoxicación fúngica causada por la presencia de constituyentes tóxicos en el esporoma de un hongo, aún después de haber sido preparado y cocinado.
Según la Organización Mundial de la Salud se presenta con alta tasa de mortalidad dependiendo de la especie involucrada.
¿Por qué ocurre el micetismo?
Los hongos comestibles poseen un alto valor nutrimental por sus componentes vitamínicos y proteicos, en contraste, existen especies cuya producción de toxinas pueden ocasionar graves daños en la salud humana e incluso la muerte.
Las especies tóxicas y comestibles pueden presentar características macroscópicas idénticas y por lo tanto, ocasionar confusiones durante su colecta.
Así el micetismo en adultos puede ocurrir por confusión a la hora de colecta, en jóvenes puede ocurrir ya que algunos tienen el hábito de ingerir hongos alucinógenos en combinación con alcohol, mariguana u otras drogas de abuso y en niños debido a que ingieren hongos que crecen en el jardín o césped.
Se conocen entre 50 y 100 tipos de hongos venenosos para los humanos, principalmente del género Amanita, siendo las especies importantes A. phalloides, A. virosa y A. verna; responsables de la mayoría de intoxicaciones, siendo Amanita phalloides la especie que causa una mayor mortalidad.
Las toxinas presentes en los hongos (micotoxinas) que provocan las principales clases de intoxicaciones, pertenecen a diferentes grupos químicos.
El tipo predominante corresponde a los ciclopéptidos azufrados, aunque también hay aminocolinas, disulfuros orgánicos y derivados alcaloides.
Todas las toxinas son termoestables y su toxicidad se debe probablemente a los compuestos liberados por la hidrólisis de los glucósidos.
Las amatoxinas
Las anatoxinas se consideran las toxinas más importantes de los hongos venenosos por estar involucradas en el 90% de las intoxicaciones letales. Las anatoxinas son liposolubles y termoestables, no se descomponen, ni desnaturalizan cuando se congelan, cuecen o procesan; pueden provocar la muerte de un adulto a dosis de 0,1 mg/kg de peso corporal. La ingestión de 20 a 25 g de A. phalloides implicaría la exposición a 5-8 mg de amatoxina, letal para un adulto de 70 kg.
Los niños se consideran un grupo especialmente sensible a estas intoxicaciones, presentando la mortalidad más elevada Su absorción ocurre rápidamente en el intestino y son transportadas al hígado, en los hepatocitos inhiben al ARN polimerasa, alterando la transcripción de ARN mensajero necesario para la síntesis de proteínas, produciendo daño celular caracterizado morfológicamente por necrosis hepática y clínicamente por la aparición insidiosa de insuficiencia hepática.
¿Cómo saber que me intoxique?
De acuerdo con sus efectos físicos y el tiempo que transcurre para el inicio de los primeros síntomas, los micetismos se han clasificado en cinco síndromes: faloidiano, parafaloidiano, muscarino, gastrointestinal y cerebral.
Micetismo | Periodo de incubación | Características |
Faloidiano | 8 a 12 h hasta 24 h | FASE COLERIFORME: Pirosis, gastralgias, vómitos, cólicos, diarrea abundante y fétida, cefaleas, vértigos y calambres. Agitación, convulsiones y colapso circulatorio. FASE HEPATORRENAL: Hepatomegalia, ictericia, necrosis hemorrágica de los hepatocitos, dolor en hipocondrio derecho, albuminuria, hematuria y anuria. Muerte entre 40 y 48 h después de la ingestión del hongo. FASE NEUROLÓGICA: Trastornos de la conciencia, desde confusión hasta coma profundo. Trastornos del comportamiento, euforia paradójica y agitación. Signo de Babinsky, arreflexia total, parálisis a diferentes niveles. |
Parafaloidiano | 12 h hasta 17 días | Sequedad de mucosa oral, signos de nefritis, azoemia y albuminuria. Hematomas, cefalea, somnolencia, espasmos musculares y convulsiones. Coma urémico. Muerte solamente en el 15% de los casos. |
Muscarínico | 2 a 3 h | SÍNDROME SUDORIANO: Vómitos, cólicos abdominales y diarrea abundante. Oliguria, sialorrea, lagrimeo, rinorrea, diaforesis intensa. Hipotermia, hipotensión por vasodilatación periférica, bradicardia y broncoconstricción. Miosis, amaurosis y crisis convulsivas |
Gastrointestinal | 30 min a 6 h | Náuseas, vómitos, diarreas, dolor abdominal intenso. |
Inconstante | Muy variable | SÍNDROME GIROMITRIANO: Ansiedad, vómitos, diarrea sanguinolenta, debilidad, vértigos, sueño profundo y convulsiones tetaniformes. Ictericia y hemoglobinuria. A veces insuficiencia renal, trastornos respiratorios y coma. SÍNDROME COPRINIANO: Taquicardia, arritmias, hipotensión, congestión, cianosis facial, oleadas repentinas de calor, disnea, acúfenos y mareos. Náuseas, vómitos y diarrea. Postración y colapso |
Cerebral | 1 a 4 h | Hipotensión, taquicardia e hipertermia. Cefalea, mialgias y síntomas psicotrópicos: cambios en la percepción, translación de estímulos sensoriales (sinestesias),cambios en la comprensión, alucinaciones y pérdida de la relación espaciotiempo. Pueden presentarse alteraciones en la transmisión de los impulsos cardíacos, arritmias e infarto al miocardio. Depresión y angustia a la salida del trance. |
Tratamiento
Aunque algunos autores mencionan que no existe antídoto para la intoxicación por hongos, en estudios de intoxicación experimental, algunos fármacos como las cefalosporinas y penicilinas, han demostrado tener una acción protectora por la saturación del sistema multiespecífico de transporte en la membrana del hepatocito, impidiendo la entrada de las amatoxinas. El tratamiento médico está orientado a tratar de eliminar las toxinas del tracto digestivo, control de líquidos y electrolitos, la administración de penicilina o ceftriaxona, atención de problemas específicos como convulsiones, falla hepática y el mantenimiento de la diuresis.
¿Cómo prevenir el micetismo?
- Evitar ingerir hongos silvestres, a menos que sean recolectados por personas altamente conocedoras de los géneros y especies comestibles. Aún así se debe tener extrema precaución al ingerir especies desconocidas.
- No ingerir hongos crudos, pues algunos de ellos aún sin ser venenosos, cuando no han sido sometidos al proceso de cocción, pueden provocar efectos adversos en el organismo humano.
- Por ningún motivo atender a consejas populares acerca del procesamiento de los hongos antes de su ingestión, pues existen prácticas que lejos de ser efectivas para eliminar las toxinas, pueden ser contraproducentes y provocar complicaciones.
- Nunca utilizar tratamientos empíricos, ya que estos no tienen ningún fundamento científico ni farmacológico y dificultan el manejo adecuado de un micetismo.
Bibliografía
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