En un sorprendente hallazgo, un antiguo fósil de anfibio de 240 millones de años ha sido desenterrado de las profundidades de un muro de contención, revelando una ventana fascinante hacia el pasado.
La criatura, conocida como Arenaerpeton supinatus, fue descubierta en las capas de roca extraídas de una cantera cercana, originalmente destinadas a la construcción de un muro de jardín. Sin embargo, este fragmento de historia antigua ha sido rescatado del olvido y finalmente bautizado y descrito por un equipo de científicos de la Universidad de Nueva Gales del Sur (UNSW Sydney) y el Museo Australiano.
El descubrimiento inicial fue obra de un granjero retirado, quien tropezó con el fósil mientras examinaba las rocas de la cantera local. Estas rocas, que alguna vez estuvieron destinadas a formar parte de un muro de jardín, han tomado un papel mucho más significativo en la narrativa de la evolución. El fósil fue donado al Museo Australiano en Sídney, donde ha sido minuciosamente examinado y analizado por los expertos.
Arenaerpeton supinatus: descripción del anfibio gigante
El anfibio prehistórico, conocido como Arenaerpeton supinatus, ha revelado sus secretos bien conservados. Lachlan Hart, un paleontólogo con una conexión dual entre la UNSW Science y el Museo Australiano, comparte que este fósil proporciona una visión casi completa de su esqueleto, y lo que es aún más asombroso, los contornos de su piel antigua.
Este espécimen representa una especie extinta llamada Temnospondyls, que pobló la Tierra en un período que precedió y coincidió con la era de los dinosaurios.
«Raramente encontramos esqueletos que conserven tanto la cabeza como el cuerpo, y la preservación de tejidos blandos es un acontecimiento aún más excepcional», comenta Hart, quien se encuentra cursando su doctorado en la Escuela de Ciencias Biológicas, de la Tierra y Ambientales (BEES) en la UNSW.
La apariencia de Arenaerpeton es asombrosamente similar a la de las salamandras gigantes chinas modernas, lo cual ha intrigado a los investigadores. Aunque a simple vista podría parecer una criatura conocida, un análisis más profundo revela diferencias notables.
El fósil revela que Arenaerpeton era más robusto en comparación con sus contrapartes vivas, con costillas de mayor tamaño y detalles preservados de sus tejidos blandos que nos permiten apreciar su verdadera apariencia.
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Su hábitat
Este antiguo anfibio tenía su hogar en los ríos de agua dulce que una vez fluían en la región ahora conocida como la Cuenca de Sídney, durante el período Triásico hace 240 millones de años. Se presume que se alimentaba de peces antiguos como el Cleithrolepis, aunque los detalles de su ecosistema y los seres con los que compartía su hábitat aún son un misterio.
Importancia de su descubrimiento
El descubrimiento de Arenaerpeton supinatus no solo ofrece una fascinante visión del pasado, sino que también despierta interrogantes sobre la evolución y la adaptación de las especies a lo largo del tiempo.
Este hallazgo, que representa un eslabón en la cadena de la historia evolutiva, se encuentra en exposición en el Museo Australiano en Sídney, permitiendo que el público contemporáneo se conecte con los secretos de un pasado distante y misterioso.
Fuente: scitechdaily.com